Divorciada, madre y para completar: ¡hija, hermana y cuñada!


Desconcertada, con el tiempo del mundo en sus manos... y nadie a quien contarle.




martes, 19 de abril de 2011

...al final resultó que sí bailaba

Con la Micha le dimos duro a los mates y a los criollitos (que son unos bizcochos cuadrados hojaldrados y grasosos que van bien con el mate. Comerlos es una de las cosas que las gordas podemos hacer y las flacas no)
...y seguimos pasando fotos y viendo bien de cerca resulta que nos acordamos (y acá las versiones coincidieron) de que además de no tener candidato para novio ni siquiera para beso y lo peor: eso era masivamente conocido, el asunto me convirtió en  la cuida novios oficial de la escuela, si hasta la Micha me encargó una vez al de ella.
Resulta que las chicas de aquellos años salían una vez al mes y muy de mes en mes, había uno en que les permitían dos salidas, eso si eran decentes, si no, digo, si no salían solo y únicamente una vez al mes a bailar,  eran indecentes. Así como lo cuento; en los ochenta y acá en chacra, la decencia era indirectamente proporcional con las salidas al baile.
Volviendo a mi trabajo de cuida novios era más o menos así: cuando ocurría que a una chica conocida no le tocaba la salida y justo a mí sí, entonces no tenía mejor idea que encargarme el novio y el pobre pibe planchaba o bailaba conmigo, con na-die-más; y lo más graciosos es que "hacía caso".
Ni bien nos acordamos, la Micha se levantó a ensillar el mate y me dijo ¿Viste, viste que sí bailabas? ...y sí en esos casos bailaba...

Volviendo al baile de la primavera: yo planchaba; la Micha lloraba.
No llorés Micha no es tan grave que todos los chicos quieran ser tus nvios y se tiren encima peor es que no se te tiren creéme
A vos te quieren, a mi no, todos quieren ser tus amigos todos todos todos Buaaa!!!!!
Bueno siempre puede haber alguno que quiera otra cosa tampoco exagerés
El asunto era que dos amigos  se le habían tirado un tras otro y ella estaba toda desconsolada dentro de su vestido que destacaba sus curvas, con esa catarata de  pelo negro cayéndole hasta la mitad de la espalda y los ojazos amarillos re lindos iluminados por las luces de los globos giratorios, mientras yo no sabía si me había quedado o no chingueada la pollera después de habérmela enoroscado en la cintura para que no me quedara "a media pierna" como la que usaba Remedios para ir a misa.
Al final pasaron la movidas pasaron los lentos volvieron las movidas, anunciaron la última canción, prendieron las luces y la Micha y yo llorábamos al fresco en el patio, una por mucho, otra por poco, pero juntas como hacemos todo las mujeres cuando estamos en la secundaria.

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