Divorciada, madre y para completar: ¡hija, hermana y cuñada!


Desconcertada, con el tiempo del mundo en sus manos... y nadie a quien contarle.




viernes, 8 de octubre de 2010

Amiga non sancta

Gracias a Dios tengo una amiga puta ella hace todo lo que yo me animo, sale con hombres más jóvenes que ella, se tiñe el pelo de rojo, y baldea la vereda en tacos y remera con estampes de piel de leopardo.

También usa minifalda con botas y tanga y fuma y...para qué dilatarlo más ella mi amiga la puta sabe de qué se trata, se le nota en la cara que sabe. La Merce exuda sexo, lo exuda por todos lados por la boca por esas nalgas enormes por las tetas que muestra en un 90 %. Si una puede superar la envidia y sobre todo no convertirla en elaborados argumentos morales para abandonar la amistad, tener una miga puta tiene sus ventajas:

1-nunca la van a juzgar a una porque son gente de mente abierta, abierta en serio no de pose

2-cualquier duda una sabe dónde hay respuesta

3-nadie sabe más de hombres, de los genitales de los hombres, se entiende, que es la única parte que a ellos les interesa que a una les interese de ellos.

4-no importa cuán reprimida sea una porque hay un ser a través del cual una se atreve a todo

5-siempre están dispuestas a dar cátedra; a presentarte tipos lindos; a acompañarte a cualquier parte, incluso a una cena familiar a la que acudirán vestidas de señoras y terminarán encantando a toda a la familia; a teñirte el pelo; a cuidarte el pibe con tal de verte salir una vez con un tipo; a comer pizza -una pizza enorme con doble queso y salame-; a mirar películas estúpidas, y sobre a llorar a llorar mucho cuando la ocasión lo amerite.

Podría seguir... baste decir que adoro a la Merce sobre todo cuando cae a casa a las doce, medio en bolas y oliendo a pucho, prepara mate y se sienta y me cuenta y yo me río hasta que se me saltan las lágrimas.

Pintar no es fácil

No es fácil pintar y yo que creía que era una pavada y me puse a rasquetear y lijar y después lavar la ventana la maldita ventana de lata del comedor y cuando la tuve toda limpita mirándome como dicíendome pintame pintame sonreí, ahora viene lo fácil y lo lindo pensaba después de tanta uña quebrada y de tanta mano hinchada y de tanta piel lijada; ahora pongo la radio y escucho música mientras pinto que es lo lindo pensaba y hasta me sonreí cosa que meprovocó un cortecito en camisura dada la fata de costumbre... hasta que agarré el pincel. Pintar es una porquería la pintura es lo suficientemente espesa para ir medio secándose mientras la estás pasando y los sufiente chirle para chorrearse por todos lados, además se ven las marcas de los pelos del pincel y además te ensuciás y además ...el nene quiso ayudar

-Ayudo
-Bueno -qué lindo compartir una actividad con el nene. El nene ya tiene 13 y por el estado en que deja los calzoncillo me parece que es hora de que le explique sobre el asunto, a lo mejor mientras pintamos...
-Vos ehmmm pintá parejito
-No soy tarado
-No ya sé ¿Qué soñás?
-¿Qué?
-Qué soñaste anoche
-Que me comprabas la play 3
-En serio porque yo te quería decir que como ya tenés trece te va a pasar que a la noche lo que pasa es que
-Ya me explicó el Licho
-Bueno

jueves, 7 de octubre de 2010

Día de la madre

El día de las madres comienza del día anterior que siempre es sábado. Uno se da cuenta porque puede verlas en el supermercado cargando el carrito como si la familia estuviese a punto de mudarse por una semana a un refugio anti-bombas o huracanes. Eso por la mañana. Por tarde comienzan los preparativos en el hogar dulce hogar. Entretanto, -digo entretanto la madre comienza a disfrutar por anticipado de SU DÍA batiendo la torta, mientras piensa en la entrada y el plato principal, sin olvidarse del postre-, los hijos envuelven (a escondidas) ese regalito que saben (con absoluta certeza) que ella espera con ansia y alegría; ansia y alegría que se verán reflejadas en su rostro cuando abra el paquete y encuentre… no, una alhajita no. No, tampoco un par de zapatos (menos de los buenos). No, no, tampoco. Encuentre… al abrir el paquete… ¡eso!, eso que a todas las madres les encanta, ¡eso! ¡si!; a las madres no hay nada que les guste más que ser madres, así que ahora sí acertaron, ¡una plancha!, una maravillosa plancha de esas que parecen una nave espacial, llenas de lucecitas; una plancha o una olla pero no cualquier olla; esa olla de última generación, de teflón, antiadherente, esa que no se pega y cocina y también se limpia sola, sola. Para los respetan las tradiciones esas cosas raras no van, para ellos, primero la tradición, así que la mamá de los estos clásicos, al abrir el paquete encontrará…la infaltable plantita.
Y si, a mamá le encantan las plantas: que se le secan, que se le pudren, que las pone en fondo donde nadie las ve. No, no es que esté cansada de 20 años de plantas, es que ella no tiene manos para las plantas, pero le encantan.
Después de todo, esas cosas (materiales) no tienen importancia, es por eso que nadie le pregunta qué le gustaría recibir, ni se toma el trabajo de tratar de adivinarlo. Es que todos lo sabemos: para cualquier mamá el mejor regalo somos nosotros, sus hijos. ¿Quién lo pondría en duda? Es por eso que le caemos en patota (con el paquetito en la mano), lo hacemos cerca del mediodía, restregándonos todavía las lagañas; lo hacemos por ella, para que vea y sienta que la queremos y tenga SU maravilloso e inolvidable DÍA DE LA MADRE.
Si mamá ya no está en este mundo, no importa, siempre habrá una hermana mayor o una cuñada (la buena), así que el domingo, el tercero del mes de octubre…
—Mamá, ¿qué quiere decir sinateo?
—No sé atendé que golpean. Si es el tío Gerardo decile que mire que pasa que no anda el timbre.
—Mamá el tío está mirando el timbre pero dice que qué hace después de mirarlo ¿qué quiere decir sinateo?
—Hay, no sé bajame el fuego del horno dale que se va a secar la carne.
—¿Quién cumple años?
—Nadie, nene, nadie cumple, es el día de la madre y viene tu tío a comer, y tu tía y tus primos.
—¿Y la tía Marina?
—También, también.
—¡Yo hoy no seco los platos ¡eeh! ¿y qué quiere decir sinateo?
—Hola Bea ya miré un rato el timbre ¿puedo pasar? ¿Qué te pasa a vos?
—¿Qué quiere decir sinateo Tío?
—Menos mal que llegaste Gerardo, andá al súper que me olvidé la coca para tu cuñada que sin coca no come.
—¿Qué quiere decir sinateo tío?
—Me parece que se quema algo Bea
—¡Mamaáaaa. Mamáaa! Tierra llamando a mamá, tierra llamando a mamá, tierra llamando
—¡Qué querés nene!
—¿Que quiere decir sinateo?
—Esa palabra no existe.
—El señor de la radio la dijo.
—El señor de la radio se llama de Diego y no la dijo.
—Si la dijo, ¿el de Diego del noticiero?
—Si. Gerardo andá al súper que cierra.
—El señor de la radio dijo la madre es el único Dios sinateo en la tierra
—En todo caso sería diosa, ¿no te parece sobrino?
—Hereje, lindo ejemplo para la criatura. Traeme la crema y ya que estás empezá a batir
—¿No me mandaste al súper?
—Ahora batí. Nene andá de Pucho que te de una coca después paso y le pago.
— Yo creía que diosas eran la de Tinelli.
—¿Y vos cuándo viste a Tinelli? ¿Te dije que si te pescaba..! Andá a buscar la coca para tu tía.
—No, ¡yo no vi!, me contaron los chicos en la escuela.
—Voy a ir a hablar con la maestra.
—¡No mamá que me van a decir marica!
—Hermana sabés que me gustan, pero no entiendo esta manía tuya de los fideos caseros. ¡Mirá que despelote!
—Yo si. Si mamita estuviera acá y te escuchara. ¿No ves que así es como si estuviera?
—No, no veo ¿dónde?
—Siempre fuiste mal hijo vos, no respetás ni a los muertos ¡pobre mamita!
—¿Y mamá…que quiere decir sinateo?
—¿Trajiste la coca?
—Si ¿Qué quiere decir sinateo?
—¿Qué le regalaste a tu mamá Leo?
—Una planta así de grande, ¿la querés ver? ¡Mostrale al tío mamá, dale, dale!

Los Cuenca

Los Cuenca somos una familia grande, grandísima, así que si uno no se ocupa de uno, nadie lo hace, es por eso, que a los codazos, nos abrimos paso en el mundo sin el menor temor, porque antes practicamos dentro, dentro de los Cuenca y “entre” los Cuenca, como Dios manda.
Como ya dije en algún momento con anterioridad, los Cuenca somos como las langostas (muchos y persistentes, persistentes depositadores de Cuencas en el mundo), y también, al igual que las langostas, viajamos en patota cuando la ocasión lo amerita; como para los entierros.
Es que en mi familia, con los entierros hacemos como con los casamientos, vamos todos. Viajamos desde donde sea, aunque sepamos que vamos a llegar para cuando estén sellando el cajón, que, como cualquiera sabe, es el momento más dramático. Lo hacemos así porque no queremos quedarnos fuera en la herencia, es a que a nuestros muertos, les gusta dejarnos a cada quien lo suyo. Así que nos apuramos, ni bien recibimos la noticia, trepamos a los automóviles sin olvidarnos del mate y viajamos… viajamos. Como para el funeral de mi viejo, en el que además hasta viajó él, en una cajita pesada, blanca y fría, sobre el asiento del auto, escuchando putear a mi hermano por la neblina, pelear a mis sobrinos con mis hijos, viendo comerse las uñas a mi hermana, que se la pasó revoleando el permiso de circulación que nos dieron en el cementerio en cada caminera que cruzábamos (aunque nadie nos pedía nada) y lloriquear un poquito a mamá, como corresponde a toda viuda decente.
Como decía, viajamos todos, por lo de la herencia, por no llega tarde a la repartija, no de los campos, porque a los campos los perdió, uno a uno, el bisabuelo Ramón, por negarse a pagar los impuestos, sino del muerto, y es que, mientras todo ocurre, es decir el desfile de amigos, vecinos, sandwichitos y colados, no reímos de todas las que hizo el finado hasta que le tocó que lo pongamos en la caja. Nos reímos tanto que se nos caen las lágrimas, es por eso que parece que lloramos, nos reímos, en parte, porque no somos muy amigos de las lamentaciones y además, porque nos gusta poco llorar, excepto de risa, de risa se nos va la tarde, como quien dice. Pero sobre todo, reímos, porque en nuestra familia, los muertos tienen un compromiso con los vivos: el de repartirse entre los que quedan, y es él, el que aparentemente se fue, el que nos obliga a reír, cuando se nos adentra despacito, para dejarnos alguno de esos gestos que se repiten una y otra vez en mi familia, alguna de esas frases que pasan de tías a sobrinas, esa manía de pasarse las manos por el flequillo (jopo, le decían antes) o de tocarse las bolas a cada rato, que tuvo que venir a heredar mi hijo.
Así, de esa forma, nuestros muertos, se quedan vivitos y coleando en cada uno de los que todavía caminamos, y al cementerio, sólo llevamos la caja sobre la que llora, de risa, también el finado.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Cuando pasen las lluvias

Papá era un hombre con demasiados deseos, pobre papá, se los llevó a todos a la tumba o por mejor decir al río, porque después de la cremación ahí fue a parar gracias, para mí, a un dudoso deseo de querer pasar la eternidad en ese río lleno de caca.Papá solía decir que yo me parecía a él y yo, que en este tiempo tenía quince o dieciséis años, no entendía a qué se refería me enojaba muchísimo y hacía algún desplante. “Esta gurisa está loca”, decía mi viejo y yo lo quería matar, pero me aguantaba, esperaba que llegara el domingo y ponía en marcha mi venganza.Los domingos, a eso de la diez de la mañana, comenzaban las trasmisiones de las carreras de TC 2000 de las que mi padre era fanático. El pobre tipo tenía que soportar las quejas de toda la familia, tenía que comer escuchando las quejas porque a nadie más que a él le gustaban las carreras. Con una estoicismo que se parece bastante a éste, con el que yo me sostengo hoy, masticaba en silencio con la vista fija en la tele intentando inútilmente escuchar porque mi madre, que siempre lo detestó -hasta que se murió- lo detestaba tanto que ni bien estiró la pata, ella se curó de la hipertensión –emotiva, como le gustaba recalcar haciendo señas hacia donde él estuviera en la casa-, mi madre, entonces, esos domingos automovilísticos, alentaba las charlas a los gritos en la mesa para taparle a mi viejo la posibilidad de escuchar al relator de las carreras. Y la tortura no terminaba ahí, después del almuerzo la completaba yo, llevaba a cabo mi venganza personalísima: lavaba los platos tomándome todo el tiempo del mundo para azotas trates y cubiertos. Verdad es que no me enorgullezco del recuerdo, una debería venir al mundo con un conveniente botón de Supr. o Resete, para estos casos, pero dicen que la naturaleza es sabia así que por algo se lo habrá saltado.Cuando pienso en papá, lo veo en la cabecera de la mesa un poco encorvado, reconcentrado en la tele, frunciendo la boca como toda muestra de protesta. Claro yo pensaba que no me decía nada porque después de todo estaba lavando los platos y ¿quién no hace ruido cuando lava los platos? Pero no, ahora lo sé, no movía ni un músculo ni pronunciaba una sola palabra de reproche por el mismo motivo que hoy yo tampoco lo hago.Lo que me quedó por averiguar es si me pudo perdonar.-Gorda chota -¿y ahora por qué, por qué, qué le hice?; le hice la cena-una diferente para ella porque ella no como fideos-, la llamé 3 veces -y dos recibí un ladrido que pasé por alto; se la calenté porque vino cuando se le dio la gana; no la contradije cuando dijo que estaba a favor del aborto y de matar a todos los pobres porque eran negros mierda; le hice el ruedo de la pupera ésa que se compró que la hace ver como puta barata y lo hice sin chistar; le afeité el bigote aunque me lo pidió a las once y media de la noche. Algunas veces pienso que ese bigote es la justicia de Dios actuando y me río; pero hoy no hoy no me río.Gorda chota...la verdad me entró directo al medio del pecho como un mazazo, me faltó un ratito el aire, pero respiré hondo haciendo fuerza para que me entrara a los pulmones y me senté en la compu, abrí el blog...Gorda chota...Gorda chota porque sí, porque sí nomás. Entonces como eso no le alcanzó como me vio sentarme a la compu y entrarle al teclado en lugar de gritar reclamar y después llorar ...-¿No podés hacer un poco más de ruido?, sos insoportable -mejor dejo el teclado, parece que hace mucho ruido. Si ella que se trepa a la pared para saltar dentro del boliche -porque todavía no tiene la edad-, lo dice, debe ser que hace...y mucho.No sé qué es no sé si es estoicismo, cansancio, resignación o simplemente dolor.Me pregunto a qué conclusión habrá llegado el viejo;... y sí, ahora que lo pienso, a lo mejor nos parecíamos, o a lo mejor nos parecemos ahora que yo tengo la edad que él tenía entonces, claro que no hay que exagerar, por más que haya un gorda chota en medio que nos iguale en desilusión y preguntas sin respuestas: con el viejo nos parecíamos ...un poco nada más.

martes, 5 de octubre de 2010

La perra de la vecina

Salió corriendo peleándose con la hija, no no la vecina, no; la perra de la vecina, no no estoy siendo ácida, la vecina es una perra pero esa es otra historia, hablo de la perra de la vecina que también como la vecina y como yo tiene una hija y estaba pensando mientras rasqueteo la pintura descascarada de la ventana que como la mía, la hija de la perra de la vecina, es decir la perra más chica, que no se confunda con la hija de la vecina que también es otra perra como la madre, que no se confundan las chicas, digo, porque hablo de la perra de la vecina que también tiene una hija que lógicamente es perra; uff, decía que la perra de la vecina salió corriendo tirando tarascones tras la hija, también perra -aclaro por las dudas-, y la perra de mi vecina me dijo (sí ahora me refiero a mi vecina que es una perra): es que la más joven sale más rápido que la más vieja entonces la más vieja se enoja y la sigue y la mordisquea. Para que respete la autoridad materna, agregó con una sonrisa perruna en el hocico, perdón la boca.
...
Sigo rasqueteando sólo que ahora en lugar de pensar que debería poder ganar lo suficiente para pagar un rasqueteador-pintador de ventana, pienso, que al parecer entre las perras existe también ese asunto que no pudo resolver Freud, ése, el que existe entre madres e hijas, que se extiende aparentemente entre los 14 y los 40 años, hablo de los años de la hija, claro si el cuerpo de la madre aguanta, y que pasa por varias etapas a saber: guerra incipiente, guerra declarada y guerra fría -esta es la fase en que la hija finge que la madre le resulta indiferente, es decir que para la madre la cosa ya viene mejorando-; después viene, vuelvo a aclarar, si es que el cuerpo de la madre se la aguanta, la etapa del encuentro, claro que puede ocurrir que ocurra un estancamiento, un atrofiarse, un empantanarse, un detenerse, un quedarse de la hija en la etapa de la guerra declarada o la fría: bien... en ese caso cuando la hija llega a lo 40 la madre debe declararse inocente de culpa y cargo porque a partir de ahí el asunto es problema de la hija no de la madre, problema de estreñimiento emocional con algo de síndrome de Electra y cien gramos de idiotez.

Y seguí pensando y pensando, mientras rasqueteaba, que si ni Freud lo pudo resolver y afecta también a las perras por algo ha de ser, que hay aceptar lo que Dios manda, como dice mi hermano el cura y seguí rasqueteando... ¿Me faltará mucho para descansar en la guerra fría?

domingo, 3 de octubre de 2010

Piojos

Me parece que mi hijo me pegó un piojo Uff!!! me pica me voy a teñir: si es piojo lo mato si es alergia me quedo sin pelo. Gorda sin pelo mejor me paso el peinecito fino y dejo las canas para la semana que viene.
Ahí se levantó el dragón, lo sé porque escucho la puerta que se azota contra el marco y queda vibrando, algo así como paf no cualquier paf un paf estrepitoso y metálico y después brrrtraactactac o algo así durante algunos segundos, segundos necesarios para que yo alertada por el paf huya para evitar el encontronazo con el dragón que ya está entrando con el pelo revuelto el rímel corrido cara de me tomé un ferné con coca , yo digo que para mí son más pero ella dice que es uno, claro que también me dijo que no hizo la llamadas al celular que sumaron un sueldo y 42 horas de parla y casualmente el celular era del pibe que suponía era el novio, noviecito, como le gusta decir a mi madre para restarle importancia y junto con la importancia peligro de encamada que la nena ya está en edad y la vieja pavota lo que se dice pavota parece pero no es.
Me pica, si no me picara podría quedarme un rato más en la pieza haciéndome la dormida mientras el dragón arrasa con las milanesas que quedaron del mediodía, pero...me pica así que no me queda otra salgo con la intención de atravesar la cocina, el pasillo, esquivar la metralla y entrar en la cueva del dragón porque como cada primavera, cuando empiezan las clases de natación se llenan de piojos y el peinecito fino empieza a circular por la casa y que los parió que me parece que me pegaron un piojo qué asco! y cómo pica aunque a lo mejor es el champoo que me regaló mi cuñada que ahora que lo pienso está vencido, es la primera vez que veo un champoo con fecha vencida, se lo tienen que haber dado para algún día de la madre o de la maestra y me lo enchufó a mí con el cuento de la alergia a la frutilla que el puto champoo es rojo y huele a frutilla (sin crema qué picardía)
-Hola, ¿noooo? -el dragón habló y no fue para decirme gorda fracasada, qué alivio me parece que me saludó por las dudas contesto.
-Hola.
-¡Ah, bueno! -me parece por el tonito que se viene la maroma así por las dudas le saco su tema predilecto: sacarle mano a las amigas.-¿Qué tal anda la Caro?
-Qué te importa -cierto a mí que me importa. Intentemos con el cole.-¿Cómo va lo de levantar el aplazo en liquidación sueldos?
-Mal cómo querés que vaya si el tipo es loco.
-Es que ese profesor quiere que piensen.
-Claro vos siempre en mi contra -me pica me pica más.
-No, no estoy en tu contra, te explico, porque si lo entendés, no te vas a enojar con él y porque enojarse arruga -¿se me notará el tono de psicóloga de entrecasa?
-Te encanta decir boludeces -sí se me notaba-, siempre lo mismo siempre en mi contra siempre diciendo boludeces, siempre metiéndote con mis amigas, ¿por qué no te comprás una vida? -en eso justamente pensaba pero no me da el sueldo.-¿Vos tenés el peinecito fino en tu habitación?
-Habitación, hacete la fina, te encanta hacerte la fina. No no está en mi ha-bi- ta- ción.
-Por las dudas voy a ver porque acá no está.
-No entrés a mi pieza siempre queriendo revisar mis cosas....-revisar cosas...cosas sucias desordenadas...cosas que eran nuevas la semana pasada y parecen sacadas de la basura ésta ...ni loca ni loca reviso a ver si encuentro un forro o un porro.-¿Ves ves que no me escuchás?
-Te estoy escuchando.
-¡A ver a ver qué dije!
-Que el profesor es machista y que a la Carito la tiene de punto y que te sacaste 10 en el simulacro de la prueba pero seguro 3 en la prueba porque como de costumbre tomó cosas que no sabés de dónde sacó...
-¿Ves que no escuchás? Repetís, pero no escuchás
-Debe ser la cruza con loro.
-No sos graciosa -ahora se ríe, ahora se ríe y me parece ver la pibita que se reía todo el día, que en la primaria quería ser abanderada, que miraba conmigo películas de terror clase B en blanco y negro, que se sabía de memoria "La bella y la bestia" a los 3 años y que todos los días, todos, abría el libro y fingía leerme el cuento.