Empezaron las clases y empezaron las idas y vueltas a llevar y traer a los colegios, a gimnasia, a inglés, a la casa de fulanito para el práctico de ciencias.
Empezaron las clases y empezaron los "por favor ¿me ayudás con esto? Me ayudás con esto quiere decir: haceme la tarea o el trabajo práctico o etudiá por mí y después me contás, así que estoy otra vez en el segundo y en el quinto del secundario.
Empezaron las clases y empezaron los mangazos diarios para libros, fotocopias, meriendas, los almuerzos porque no llegan para después volver a gimnasia y los me llevo que son los que más se llevan.
Empezaron las clases y terminó el curso de escritura no aprendí un carajo y para colmo no me vino el sentimiento así que fui la única que se fue sin ser escritora. Menos mal que pertenezco a la Organización Americana de escritores delegación Santo Tomé, ahí no hay que sentirse escritor para ser escritor ni siquiera hay que leer a los escritores consagrados, es más no hace falta escribir, solo hay que pagar la cuota y aplaudir entre empanada y empanada en los cafés literarios que se llaman cafés pero deberían llamarse almuerzos o cenas o por lo menos tentempié.
Con las clases empezadas tengo tiempo. Si dejo la casa desordenada y no hago los mandados y no le llevo el apunte a Remedios, tengo tiempo, así que estuve pensando en mi novela erótica, por ahora pensando nada más, bueno nada más no, también me estuve riendo mientras pensaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario