Divorciada, madre y para completar: ¡hija, hermana y cuñada!


Desconcertada, con el tiempo del mundo en sus manos... y nadie a quien contarle.




viernes, 5 de octubre de 2012

A los tirones

Con la espalda dándome tirones por las suturas y la enorme novela de letra apretadita que escribió el cirujano bajo el brazo, decidí que ya era hora de volver al taller liteario. La verdad no esperaba el recibimineto de feliz cumpleaños que me dieron, tampoco esperaba que hubiea gente nueva  y mucho menos que la gente nueva fuera un  morocho argentino con ojos como carbones encendidos y una sonrisa de a mí también la primavera me alteró las hormonas, que mis hormonas rápidamente captaron, en fin, que el morocho me gusta. Me gusta mucho.

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