Divorciada, madre y para completar: ¡hija, hermana y cuñada!


Desconcertada, con el tiempo del mundo en sus manos... y nadie a quien contarle.




viernes, 24 de septiembre de 2010

Reunión de padres

...en la escuela dónde más y para entregarnos la libreta para qué si no. Una empieza a comer para calmar la ansiedad desde el mismo instante en que el pibe entra y te dice: tenés una nota en el cuaderno de comunicaciones. Ahí nomás una se zampa un bizcocho y después agarra el cuaderno y lo abre esperando la trompada y resulta que es la noticia del día y la hora de la reunión. Menos mal piensa una masticándose el segundo bizcocho para aflojarse, pero, inmediatamente después después de tragar el segundo bizcocho, una corre a buscar el tercero porque el pibe vuelve y te dice: la de matemática quiere hablar con vos, la de plástica quiere hablar con vos, la de historia que es una vieja loca quiere hablar con vos, la preceptora dice que es la última vez que me pone bueno en conducta, si yo no hago nada si me porto rebién...al resto una no lo escucha, está ocupada preparando una pastafrola porque le ha dado una repentina necesidad de algo dulce que por otro lado servirá además de para calmar el hígado para hacer llevadera la cuenta regresiva hasta el viernes, cuenta descendente en días y ascendente en porciones de pastafrola, porque a las reuniones las comunican los lunes pero son siempre los viernes, claro ellos se sacan el bulto de encima y se van livianos hacia el sábado y una se queda con la libreta y las quejas atragantadas todo el fin de semana. Y como una lo sabe por las dudas el viernes tempranito como ya se quedó sin pastafrola se prepara unos sconcitos para el mate porque al padre de la criatura mejor amansarlo antes de mostrarle las calificaciones...y lo peor del asunto está por llegar, una sabe que lo peor no es tomarse el colectivo hasta la escuela, entrar y saludar con cara de espero que esa mirada no sea para mí, ni va a ser lo peor agarrar la libreta ni escuchar a los maestros y a la preceptora y al portero (porque el pibe se divierte dejando sus huellas en las paredes del baño -pintura rupestre dice que hace, bueno al menos estudia historia-); lo peor no va a ser el murmullo ensordecedor en el salón de actos donde estaremos todos, todos los valientes y todos los masoquistas, (sí también van los orgullosos pero esos van a a ser felicitados así que no cuentan), ni la cola que habrá delante "de la de lengua" "de la de matemática" y de "la de geografía", ni escuchar qué genios son los hijos de los genios, ni los lamentos de los piensan que han parido angelitos sabios incomprendidos, ni los enojos de los que creen que las maestras son las únicas responsables de que su criaturita sea una bestia indomable, ni oir oir con la boca abierta, lo maravillosamente encantador carismático emprendedor valiente estudioso gordito y con bigotitos (no esto último no) que es el hijo de una pero que "como es un poquitito distraidito, por eso, se llevó el 1 en concepto y el 5 en la libreta". No, nada de eso es lo peor lo peor es volver, volver a la casa y ver al supuesto estudiante responsable y respetuoso tirado en la cama dale que va con la Play que ni bien entrás te mira y te dice: ¿y qué te dijeron?, entonces una le pasa el parte como si diera lección mientras el pibe se inventa unas historias que para qué te cuento acerca de la injusta vida, la injusta maestra, la injusta escuela, la injusta actitud de una, sus derechos constitucionales y de paso te llora para hacerte sentir culpable porque te atreviste a sugerir la amenaza de dejarlo sin jueguitos el fin de semana por el aplazo en Formación Ética, cómo no lo van a aplazar en Formación Ética (y Ciudadana) si el pibe se cree Nerón, si se la pasa echado, pidiendo comida, preguntando dónde están las cosas que se supone él debió guardar en los cajones, diciendo: "y ya que estás traeme agua"; si te dice "cómo te quiero mamá" y cuando le pedís que ayude llevando los cubiertos a la mesa se lleva solo los de él, y cuando le pedís que vaya a compra el pan te dice: hoy no tengo ganas de comer pan y cuando lo eligen para cantar en un acto se hace el resfriado y si le preguntás qué querés ser cuando seas grande te dice: rico, y si le pedís que ayude al compañerito que no aprueba en esa que él tiene 8 te dice "ni en pedo, que se arregle"...lo peor, entonces, es tener que reconocerse, sentada frente a la tele, con el mate en la derecha y sconcito en la izquierda, que "la de Formación Ética y ciudadana" tiene razón...
...por suerte para cuando pasa el chubasco es decir después del llanto y los argumentos telenovelescos del pibe y los reproches del padre del pibe: "esto pasa porque vos lo malcriás", es decir para el lunes siguiente a la reunión, todo vuelve a la normalidad la tranquilidad reina el pibe ha hecho penitencia y también promesas, así que todo todo excepto la cintura de una vuelve a su sitio, hasta la próxima reunión, claro está.

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